El Equipe de Base Warmis – Convergência das Culturas, es un grupo de mujeres migrantes de diferentes países – sobre todo de América Latina, aunque no exclusivamente -, que surgió en el año 2013. Forma parte del Organismo Internacional Convergencia de las Culturas, que a su vez es parte del Movimiento Humanista1. Las actividades que el colectivo desarrolla (talleres, debates, manifestaciones, eventos culturales y políticos, ferias, entre otras) están orientadas a fomentar la metodología de la No Violencia Activa, visibilizar las manifestaciones artístico-culturales de las mujeres migrantes en la ciudad, luchar por el cumpliento de los derechos básicos, incidir en políticas públicas colocando la pauta de las mujeres migrantes, producir contenido sobre migraciones, interculturalidad, género, etc. También, el colectivo se moviliza en relación a las problemáticas de los países de origen de sus integrantes o, inclusive, a las de otros países2.

Créditos de la imagen: Carolina Favre

Conocí el colectivo en 2016 cuando llegué a la ciudad de São Paulo como migrante, después de algunos meses me sumé como integrante. Esta aproximación con Warmis me permitió percibir que la noción mujeres migrantes incluye una variedad de experiencias, trayectorias e historias que no pueden homogeneizarse. Siendo así, ¿qué era lo que unía a estas mujeres provenientes de nacionalidades, clases, razas e historias diferentes en el mismo colectivo? Con esa inquietud comencé mi trabajo de investigación de maestría, que culminó en la disertación: “Para no estar tan aérea de lo que soy”: narrativas de participación en un colectivo de mujeres migrantes3.

En este trabajo realicé una aproximación a las narrativas y experiencias migratorias de siete mujeres migrantes participantes del colectivo provenientes de Bolivia, Perú, Colombia, Chile y Estados Unidos, a través de entrevistas en profundidad. La proximidad entre nosotras, lejos de ser un obstáculo, posibilitó interlocuciones íntimas y sensibles. 

Como propone Brandão (2007), la producción de conocimiento en investigaciones con otros sujetos es principalmente una vivencia, en el sentido del establecimiento de una relación interpersonal. Por eso, este trabajo tiene una dimensión intensa de subjetividad. La investigación narrativa (Ripamonti, 2017; Chase, 2015; Galindo, Martins, Vilela Rodrigues, 2014) fue el soporte que encontré para valorizar esa aproximación con mis interlocutoras. Así, en un proceso de ajustes y retornos con cada participante, construi(mos) las trayectorias migratorias de cada una de ellas. Fueron estas historias narradas, y en el mismo acto producidas, las que me permitieron buscar pistas de mis inquietaciones iniciales.

Créditos de la imagen: Carolina Favre

Mujeres diversas: Interseccionalidad y migración

Las narrativas de las mujeres participantes mostraron la diversidad de sus experiencias migratorias (Daniel, 2013). En este sentido, fue necesario incorporar el enfoque feminista de la interseccionalidad (Crenshaw, 2002; Brah, 2011; Piscitelli, 2008;  entre otras) para, a través de un zoom analítico en cada historia, entender cómo diversas categorías – raza, etnia, género, clase, nacionalidad, entre otras- se articulan produciendo diferentes tipos de experiencias y subjetividades. 

Sólo para ejemplificar algunas de las intersecciones que aparecen en las narrativas, encontramos que raza, nacionalidad y género se articulan, pudiendo producir la inserción y naturalización de ciertas personas migrantes en determinados tipos de trabajos (Magliano, 2015). Cuando a esta intersección se le suman las redes migratorias, puede crearse una “etnicización del mercado de trabajo” (Machado, 2006) que asocia migrantes, estereotipos  y ciertas actividades laborales. Por ejemplo, las participantes que se autorreconocen como indígenas andinas enumeraron situaciones en que sus interlocutores nacionales asumen que trabajan con costura, cuando ninguna de ellas se desarrolla en este sector.

Créditos de la imagen: Carolina Favre

La mayoría de las interlocutoras trabaja de manera informal o autónoma y en actividades para las que, en general, están sobrecualificadas. Por ejemplo, el primer trabajo  de Flora (indígena, psicóloga, 41 años)  en Brasil, fue en una “casa de brincar” cuidando niños de 0 a 2 años. Sobre eso comenta: 

Incluso mi mamá, cuando llegó y vió el tipo de trabajo que yo tenía me dijo(..) “no, c@r@jo, tú has hecho mestrado en el Perú, eras directora de un proyecto social para venir a cambiar pañales”.

La articulación nacionalidad y raza también se junta a la localización – relación jerárquica económica, política o simbólica entre los países de origen y residencia (Piscitelli, 2008) – produciendo juicios de valor diferentes de acuerdo al origen nacional. Por ejemplo, Luna (negra, estudiante de posdoctorado, 41 años, colombiana) relata haber sufrido “discriminación sutil”, infantilización y subestimación dentro del ámbito académico; mientras que Astrid (blanca, estudiante de posdoctorado, 33 años, estadounidense) cuenta que la reacción de algunas personas frente a su presencia es efusivamente positiva, solo por su lugar de origen y no porque conozcan su historia4.

En este sentido, al igual que otros procesos sociales, las migraciones deben ser abordadas como procesos generizados, es decir, como procesos en que las categorías de género, pero también de raza, clase, nacionalidad, estatus migratorio, entre otras deben ser tenidas en cuenta, como apunta Gregorio Gil (2011). 

A pesar de la diversidad de experiencias, aparece entre las interlocutoras una configuración identitaria común, que no pasa necesariamente por lo étnico, lo lingüístico o lo cultural, sino por la propia condición migratoria.  Todas ellas se consideran mujeres y todas se consideran migrantes, pero la forma de experienciarlo depende, además de los contextos sociohistóricos locales de origen y residencia. 

En diferentes momentos, sus narrativas muestran el carácter de construcción procesual y contingente de la identificación con el “ser migrante”. Por ejemplo, mientras que algunas se entienden como migrantes a partir de la propia historia del país de origen o de las redes migratorias nacionales, para otras, esa identificación va construyéndose mediante el contacto con otros y otras, como en el caso de Wara que migró con su familia cuando era una niña:

Yo no sabía qué era ser migrante pero todos me decían que yo era, digamos, la rara. Cualquier persona de cualquier minoría, hasta el chico que era negro, o el japonés me decían: “volvé a tu país” (WARA, indígena, jornalista, 25 años).

Políticas de identificación y luchas migrantes

De acuerdo con Avtar Brah (2011), es posible construir coaliciones efectivas a través de políticas de identificación, que  no eliminen la diversidad sino que posibiliten visualizar las relaciones entre lo particular y lo universal, aunque sólo con la condición de reconocer las conexiones y las especificidades de cada opresión. Esto es evidente en algunos trechos de las entrevistas, por ejemplo Domitila (indígena, 38 años, webdesigner) comenta:

En el sistema parece que tienes que tener muchas cosas en común para construir (…) Warmis para mí es maravilloso porque somos súper diferentes y tenemos algunos puntitos que nos unen, pero son valores que son tan fuertes en nosotras.

Asimismo, cuando las interlocutoras de este estudio se refieren al colectivo, hablan de un espacio de encuentro y acogida, de construcción de una comunidad, al mismo tiempo que destacan la actuación en torno a la pauta migratoria. De esta manera, Warmis aparece como lugar de pertenencia, contención y establecimiento de vínculos afectivos, solidaridad y apoyo basada principalmente en la exterioridad, en el no ser nacionales, en el ser migrantes. Esto se percibe, por ejemplo, en las maneras en las que las entrevistadas definen el colectivo:

Las Warmis para mí ha sido un espacio de inclusión (…) un espacio importante en términos de pensar en la interculturalidad (ASTRID, estudiante de posdoctorado, 33 años).

Entonces el Warmis tiene un montón de cosas para mí, porque es el lugar donde aprendí a militar, a ser más activista (…) Entonces tiene ese aspecto de ser acogedor, pero también es el lugar de militancia (CRISTINA, webdesigner, 41 años).

Desde el enfoque del transnacionalismo político (Nejamkis, 2014; Vaccotti, 2018) y de la autonomía y las luchas migrantes (Mezzadra, 2012; Varela, 2008, 2013) es posible reconocer que las actividades desarrolladas por el colectivo ponen en cuestión los estereotipos construidos sobre las mujeres migrantes e, inclusive, los límites de la ciudadanía. Es justamente en medio de estas luchas que se construyen nuevas identidades políticas colectivas, “porque involucran el agenciamiento político que se produce cuando los sujetos victimizados, los migrantes, se identifican entre sí por esa condición y se organizan para defenderse de las leyes que los extranjerizan permanentemente” (Varela, 2016, p.33).

En ese sentido, las luchas migrantes que Warmis lleva adelante movilizan cuestionamientos acerca de la propia identificación de sus integrantes. Como una de las interlocutoras afirma, participa del colectivo “para no estar tan aérea”, para entenderse y reconocerse en tanto mujer migrante y construir redes de pertenencia y activismo a partir de lo común, pero sin negar las diferencias. A lo largo del trabajo se hizo evidente que sus trayectorias no caben en categorías homogéneas, por ello, es fundamental incluir un análisis interseccional de las migraciones internacionales que pueda deshomogeneizar, des-victimizar y re-politizar la experiencia de las mujeres que atraviesan fronteras.

1 Movimiento Humanista.

2 El colectivo desarrolla diversas actividades y en diferentes áreas,  para conocer más ver: Equipe de Base Warmis-Convergência das Culturas.

3 Disertación defendida en marzo de 2021 en la Escuela de Artes, Ciencias y Humanidades (EACH) de la Universidad de São Paulo (USP) con orientación de la Profa.Dra. Cláudia Medeiros de Castro.

4 Articulaciones entre otras categorías visibilizadas por medio del análisis interseccional pueden encontrarse en el capítulo 6 de la disertación.

BIBLIOGRAFÍA

BRANDÃO, C. Reflexões sobre como fazer trabalho de campo. Sociedade e Cultura, Goiás, v. 10, n. 1. p. 11-27, 2007.

BRAH, A. Cartografías de la Diáspora. Identidades en cuestión. Madrid: Traficantes de Sueños, 2011.

CHASE, S. Investigación narrativa: multiplicidad de enfoques, perspectivas y voces. In: DENZIN N. E LINCOLN Y. (comps.) Manual de investigación cualitativa, vol. IV. Métodos de recolección y análisis de datos. Buenos Aires: Gedisa, 2015, p.58-112. 

CRENSHAW, K. Documento para o encontro de especialistas em aspectos da discriminação racial relativos ao gênero. Estudos Feministas, Florianópolis, Ano 10, 172, n.1, p. 171-188, 2002.

DANIEL, C. P’a crecer en la vida: a experiência migratória de jovens peruanos no Rio de Janeiro, Tese (doutorado em Ciências Sociais) – Pontifícia Universidade Católica do Rio de Janeiro, Departamento de Ciências Sociais, 2013.

GALINDO, D.MARTINS, M. VILELA RODRIGUEZ, R. Jogos de armar: narrativas como modo de articulação de múltiplas fontes no cotidiano da pesquisa. In: SPINK, et al (orgs.) A produção de informação na pesquisa social: compartilhando ferramentas. Rio de Janeiro: Centro Edelstein, 2014, p.296-322. 

GREGORIO GIL, C. Análisis de las migraciones transnacionales en el contexto español, revisitando la categoría de género desde una perspectiva etnográfica y feminista. Nueva Antropología, Ciudad de México, vol. 24, n.74, 2011. 

MACHADO, I.J. R. Imigração em Portugal. Estudos Avançados,  São Paulo , v. 20, n. 57, p. 119-135,  2006.

MAGLIANO, M.J. Interseccionalidad y migraciones: potencialidades y desafíos. Estudos Feministas, Florianópolis, 23(3): 406, p. 691-712, 2015.

MEZZADRA, S. Capitalismo, migraciones y luchas sociales. La mirada de la autonomía. Nueva Sociedad, Buenos Aires, n. 237, p. 159-178, 2012.

NEJAMKIS, L. Construyendo ciudadanas, descubriendo identidades: apuntes para una lectura de la participación política de inmigrantes paraguayas en Argentina. Naveg@mérica, Murcia, n. 13, 2014.

PISCITELLI, A. 2008. Interseccionalidades, categorias de articulação e experiências de migrantes brasileiras. Sociedade e Cultura, Goiás: v.11, n.2, p. 263-274,  2008.

RIPAMONTI, P. Investigar a través de narrativas, notas epistémico-metodológicas. In: ALVARADO, M. y OTO, A. (Eds.). Metodologías en contexto/ Intervenciones en perspectiva feminista/ poscolonial/latino-americana. Buenos Aires: CLACSO, 2017, p.49-62. 

VACCOTTI, L. La construcción de un sujeto político. Migrantes y lucha por la vivienda en Buenos Aires.  REMHU, Rev. Interdiscip. Mobil. Hum., Brasilia, v. 26, n. 52,  p. 37-54, 2018. 

VARELA, A. ¿Qué ciudadanía y para qué? O sobre lo que tienen que decir los saberes migrantes con relación al debate sobre la(s) ciudadanía(s). In: Seminario de jóvenes investigadores en Dinámicas Interculturales: La política de lo diverso: ¿Producción, reconocimiento o apropiación de lo cultural?. Anais do evento. Barcelona: CIDOB, 2008. p.169-179.

VARELA, A. Por el derecho a permanecer y a pertenecer. Una sociología de la lucha de migrantes. Madrid: Traficantes de Sueños, 2013.

VARELA, A. Luchas Migrantes en contextos de tránsito migratorio. El caso del Movimiento Migrante Centroamericano  REMHU, Rev. Interdiscip. Mobil. Hum., Brasilia, A XXIV, n. 48, p. 31-44, 2016.